Con el objeto de resguardar la rentabilidad de las inversiones de los afiliados y respaldar la responsabilidad que implica el manejo de esos fondos, las AFP tienen la obligación de invertir el 1%, utilizando su propio dinero, en los mismos fondos en que invierten los ahorros de sus afiliados. Esta obligación legal se llama encaje y se invierte en cada uno de los 5 fondos, el último día hábil de cada mes.
De esta forma, las administradoras tienen un incentivo para buscar la máxima rentabilidad de los multifondos, ya que su patrimonio está comprometido en conjunto con el de sus afiliados. En palabras simples, con el encaje, cuando el afiliado gana, también gana la AFP; y si el afiliado sufre pérdidas por una rentabilidad negativa en sus fondos, la AFP también se ve afectada.
Considerando lo anterior, no está demás decir que si bien hay periodos de crisis económica que afectan haciendo caer los fondos, estos están siendo administrados con una visión de largo plazo, lo que permite recuperar y hacer crecer los ahorros a lo largo del tiempo.
Ahora que ya conoces el encaje, se derriba el mito de que las AFP no participan de las pérdidas cuando ocurren periodos de rentabilidad negativa, ya que todas las administradoras se exponen proporcionalmente a los mismos resultados que tienen los fondos de sus afiliados.