La situación financiera del sistema bancario en Estados Unidos y Europa ha generado gran preocupación en los mercados, puesto que aún parece fresco el recuerdo de la crisis bancaria y financiera de 2008, conocida como la crisis “subprime”. Sin embargo, los especialistas han señalado que no hay ninguna relación con ese evento y que más bien se trata de casos aislados. Una gran diferencia es el hecho de que, en 2008, se trató de un problema generalizado de la banca. Muchos bancos tuvieron problemas de solvencia, es decir, el valor de sus activos, en especial los relacionados al sector inmobiliario, no eran lo que se creía. En tanto que ahora se trata de algunas pocas entidades, como el Silicon Valley Bank (SVB), que falló en su manejo de riesgos, error que lo llevó a la quiebra. Otro factor distinto, es que hoy los bancos están sujetos a una regulación más estricta y a una mayor fiscalización, justamente para evitar nuevos problemas como los de ocurridos en la crisis subprime

La quiebra del SVB se explica mayormente debido a un mal manejo de los riesgos, que provocó la pérdida de confianza de sus clientes, que eran principalmente empresas tecnológicas de California. A principios de marzo de este año, el banco informó al mercado la necesidad de realizar un aumento de capital, lo que encendió las alarmas, sus clientes corrieron a retirar sus fondos en forma masiva –lo que se llama una “corrida bancaria”— y al no tener el dinero disponible para cubrir esos retiros, el banco se declaró en quiebra. Ante esto, las autoridades estadounidenses intervinieron, asegurando que los depósitos de los clientes no se perderían, al tiempo que crearon un fondo para apoyar a otros bancos en situación similar, y así evitar problemas mayores. 

Al otro lado del Atlántico, coincidentemente el banco Credit Suisse, el segundo banco más grande de Suiza, sufría también la pérdida de confianza de sus clientes tras un par de malas decisiones que salieron a la luz. Fue así como el ruido generado por el SVB, sumado a sus propios problemas, provocó una corrida bancaria también al Credit Suisse. Al no lograr cumplir con sus clientes, solicitaron ayuda al gobierno suizo, pero las autoridades de ese país determinaron que el mejor camino era que esta entidad se fusionara con otro banco suizo, el UBS, como una manera de elevar la confianza y certidumbre del sistema bancario. 

¿Qué pasa con los Fondos de Pensiones en medio de esta situación?

Es importante señalar que los Fondos de Pensiones no están exentos a bruscos movimientos del mercado, como los ocurridos a raíz de estas quiebras bancarias en las últimas semanas. Sin embargo, dada la diversificación de los Fondos, se pueden aminorar los impactos. También es relevante tener muy presente que las inversiones de los Fondos de Pensiones están pensadas para el largo plazo y que, a pesar de que puedan ocurrir algunos sobresaltos, muestran retornos positivos en el tiempo.